Las claves del espejo perdido: los sambenitos

Los sambenitos eran rótulos que la inquisición ordenó colgar perennemente en las iglesias con el nombre, la pena y el castigo de los conversos condenados a actos de fe. De aquí procede la expresión «te han colgado el sambenito». Presidido por una cabeza de lobo con una boca abierta de la cual sale fuego (símbolo de la herejía), este sambenito pertenece al maestro Juan, cirujano, quemado en 1490 acusado de ser un «hereje apóstata judaizante».