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PUNCTUM.
La Primavera Fotográfica fue un certamen de periodicidad bienal, iniciativa de un grupo de fotógrafos, galerías y centros culturales barceloneses para promover la fotografía como medio de expresión. Era el primer paso para lograr una normalización cultural de la fotografía. Desde mediados de los años setenta y hasta los primeros años ochenta creció el interés por la fotografía y se crearon algunas galerías especializadas en Barcelona. Una joven generación de fotógrafos vio la oportunidad de reivindicar la fotografía más allá del fotoperiodismo y abordar la problemática del sector que no había estado presente en el Congreso de Cultura Catalana de 1977.
Sus modelos eran el festival Venezia – La fotografía (1979) y el Mois de la Photo à Paris (1980). Se crearon las Jornadas Catalanas de Fotografía (1980) y sus conclusiones marcaron el camino hacia este certamen. Se reivindicaron la promoción y la divulgación de la fotografía creativa y el estudio de la fotografía desde una perspectiva histórica, sociológica, psicológica y estética, así como la renovación de la pedagogía y el papel de la fotografía en la sociedad.
La posibilidad de exponer la colección de Sam Wagstaff en la Fundación Joan Miró en el marco de la primera edición dio un tono internacional al festival desde el principio, que se expandió por toda Cataluña. Era necesario que aquellas acciones fueran acogidas por una institución cultural, y el Departamento de Cultura de la Generalitat lideró la iniciativa con el apoyo del jefe del Servicio de Cinematografía, Miquel Porter Moix, en la primera edición, centrada en Barcelona. Poco después fue responsable el Servicio de Artes Plásticas, y se expandió por toda Cataluña.
Artistas y diseñadores de renombre han dejado su huella en el programa de mano, en el catálogo general de cada edición y en el logotipo. Cada catálogo refleja la riqueza de las propuestas fotográficas del país y la implicación de todo tipo de entidades públicas y privadas. En 1988 David Balsells entró como director del certamen. Se crearon el Premio del Libro Fotográfico y el Foro Fotográfico, que permitieron el intercambio entre creadores, expertos, galeristas y coleccionistas, y el festival se internacionalizó. El Centro de Artes Santa Mónica fue el epicentro de la exposición central del certamen y el lugar de su coordinación. Poco a poco, el festival logró sus objetivos de promoción y difusión de la fotografía, y fue marcando su evolución como medio hacia el mundo de la imagen. En 1994 se compraron las primeras fotografías para el Fondo de Arte de la Generalitat y en 1996 se publicó el Libro blanco del patrimonio fotográfico, base para la constitución del Departamento de Fotografía en el MNAC, con la dirección de Eduard Carbonell, que acogió los fondos adquiridos. La Primavera Fotográfica fue el eje vertebrador de la fotografía de creación en Cataluña y, al mismo tiempo, articuló la política institucional de la cultura fotográfica del país durante dos décadas.
Han pasado cuarenta y dos años desde su creación y veinte desde su desaparición, pero el legado documental es inmenso y era necesario mostrarlo por el gran éxito de participación que logró de las instituciones públicas, entidades privadas, galerías y escuelas de arte de toda Cataluña a lo largo de las doce ediciones. Los documentos expuestos pertenecen íntegramente a la biblioteca y archivo de Josep Rigol, a quien agradecemos la generosidad y la colaboración.