Las claves de «Espejo perdido». Judíos y conversos en la Edad Media

Alboraique

La imagen presenta un monstruoso híbrido con cuerpo de asno, cara de caballo, ojos de hombre, orejas de liebre, cola de serpiente y una mezcla de pies de diferentes seres (hombre, equino, león y águila). Desde la óptica de los cristianos viejos, la hibridez corporal era una metáfora de la naturaleza judaizante del converso. Nos encontramos ante un icono de la perfidia conversa y de su sangre impura. Escrito para difamar a los conversos, este panfleto anónimo tuvo una gran difusión en Castilla desde finales del siglo XV.